Los anticuerpos se generan de forma natural en nuestros cuerpos para combatir infecciones. Sin anticuerpos, un virus puede ingresar e infectar una célula. En cambio, con anticuerpos, cuando el virus intenta ingresar a la célula, los anticuerpos lo bloquean. Los anticuerpos monoclonales (mAbs) son anticuerpos creados en un laboratorio para ayudar a nuestros cuerpos a combatir infecciones. Alrededor de 100 mAbs son aprobados por la FDA para tratar afecciones médicas, incluyendo los cánceres y las enfermedades autoinmunitarias.
Los anticuerpos monoclonales también están en estudio para el tratamiento y prevención de COVID-19. Se administran por medio de una infusión intravenosa (es decir, a través de una vena) o inyección. La frecuencia necesaria para administrar infusiones o inyecciones depende de los mAbs específicos. Los efectos secundarios comunes del tratamiento con mAbs pueden ser reacciones alérgicas, síntomas similares a los de la gripe, náuseas y vómitos, diarrea o presión arterial baja.
Contenido revisado por última vez en May 12, 2021